Sólo Dios
No busquemos en las personas o en cosas lo que sólo Dios nos puede dar. ¡Cuántos seres en confusión han hecho de su vida un caos por vivir su existencia levantando altares a ídolos de barro! Y… ¡Qué bueno cuando se llega a la conclusión de que nada ni nadie en el mundo tiene el poder de llenar la vida del bienestar añorado! Bueno porque…
…es ese el momento propicio para desviar la mirada de lo que se tiene alrededor y elevarla a lo alto, al Padre de las luces… el Dador de toda buena dádiva y todo don perfecto en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. (Santiago 1:17) Y… el mayor y más valioso don enviado por el Padre desde el cielo se llama Jesucristo. Por la fe en Él somos justificados para acercarnos al Padre para hacer con Él la paz. Es entonces cuando respiras profundamente pues te dejaste encontrar por Quien te estaba buscando, el que vino a buscar lo que estaba perdido. ¡Alabamos y exaltamos a nuestro Salvador bendito!
¡Cuánta violencia y cuántas desgracias se suscitan cada día por vivir los seres humanos poniendo su esperanza en el lugar equivocado! Ni el mundo, ni la fama, ni el dinero ni relación interpersonal alguna pueden brindar la paz y el gozo que sólo Dios puede dar y eso, ahora y por toda la eternidad.
Sea el Espíritu de Dios tocando los corazones y revelando a Jesucristo a tantos que viven en las más densas tinieblas, desorientados, buscando donde jamás van a encontrar. Si ese es tu caso, no dejes pasar la oportunidad. Dios te ama, mas Él hace según TU voluntad… “Escoge la bendición.”
“Es Jesús el Camino, la Verdad y la Vida y nadie viene al Padre sino por Él.” (Juan 14:6)
ZCR
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