Propiedad de Dios

Propiedad de Dios

Nadie, absolutamente nadie, tiene el derecho de influenciar en la voluntad de otros y mucho menos enseñorearse de ellos, ni aún los padres de sus hijos. ¡Si Dios no lo hace, menos debemos de hacerlo nosotros! No estoy en contra de la disciplina, la cual considero absolutamente necesaria, ni de las leyes creadas para el orden y beneficio de todos. Me refiero a la soberbia manifestada en algunos, imageincluyendo padres hacia sus hijos, que intentan hacer de ellos sus posesiones, manejándolos a su gusto y antojo. Los padres responsables, pídanle sabiduría a Dios para lograr que sus hijos se cedan a su autoridad voluntariamente. Ninguna persona es la propiedad de otra; y esto incluye a los hijos… Todas las criaturas somos propiedad de Dios.

Si Dios respeta nuestra voluntad, así debemos de hacer nosotros con los demás. Aún advirtiendo tú, que la decisión tomada por otra persona podría traerle serias consecuencias, no puedes tú obligarlo a ver la situación como tú la ves, ni forzarlo a cambiar de parecer.  Puedes darle un consejo y puedes instruirle; también debes de orar por él o ella, pero JAMÁS empujarlo a pensar como tú. La soberbia y altivez de espíritu trae serias consecuencias… No intentemos hacer de los demás una copia de nosotros mismos. Aún las diferencias hay que tratarlas con dignidad y respeto entendiendo que cada cual es único, por tanto, diferente.

El matrimonio también se presta para que ciertos cónyuges quieran posesionarse de su pareja, asfixiando y matando poco a poco lo hermoso de la relación. Se estrangula la libertad a tal grado que uno se convierte en tirano sin misericordia y el otro en esclavo sin razón alguna que pueda justificarlo. Dios instituyó el matrimonio para que la pareja se amara y se respetara, no para que se posesionaran uno al otro.

imageCuando Jesucristo llega a nuestras vidas aprendemos a valorar la libertad que Dios le dió a cada cual. Abra el Señor el entendimiento y torne sensible el espíritu  de aquell@s que aún no le han rendido su corazón.

Ni tú ni yo somos el Creador, sino las criaturas. «Reconoced que Jehová es Dios; El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos…» Salmo 100:3.

image“Toma mi mano, oh Señor, y guíame siempre en todo según sea tu santa y bendita voluntad.»

ZCR
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