Por ser Quien es

Por ser Quien es

Carla, una joven con muchas aspiraciones pero llena de problemas económicos y de otras índoles, había tratado de todas las maneras posibles de salir adelante, pero todo había sido inútil.

Cierto día, mientras cavilaba sobre su situación, tocaron a la puerta de su hogar. Tan absorta estaba en sí misma y en sus asuntos que la persona tuvo que tocar varias veces antes de que ella se decidiera a atenderle. Al toparse con el rostro dulce de un joven muy apuesto, en el momento se olvidó de sus problemas para inquirir en la razón de tal visita.

El joven, un empresario exitoso, mientras almorzaba un día en cierto lugar, logró ver a Carla, quien le llamó la atención por su belleza, mas, opacada ésta por una tristeza que él no lograba entender. Desde ese momento no pudo pasar inadvertida su presencia cada vez que la veía.

La curiosidad tocó su corazón y sin proponérselo se fue enamorando de la joven. Ansiaba ver en ese rostro una sonrisa que cambiara su semblante. Un día, guiado por sus impulsos, decidió seguirla hasta su residencia y, al ver la pobreza de la comunidad en que vivía, a la atracción se añadió una necesidad por querer ayudarla.

Esa visita fue el principio de una relación en la cual Carla vió su oportunidad de salir de la miseria que la estaba asfixiando. Su necesidad era tal que, aunque su nuevo amigo le atraía sobremanera, lo que más veía en él era la posible solución a sus problemas. Pero… el joven anhelaba recibir de ella un amor pleno que rebasara toda necesidad, que lo amara a él más que a los beneficios que por medio de él pudiera obtener.

Asimismo nos sucede con Jesús… Él anhela ayudarnos y sacarnos de la miseria que pudiera estar rodeándonos, pero, espera el momento en que Él sea para nosotros más importante que la solución a nuestros problemas. Cuando en una relación media el interés, de la naturaleza que sea, jamás ésta alcanzará su plenitud.

Enamórate de Jesús, no por los beneficios que de Él puedas obtener, sino, por ser Él quien es. Y, todo lo demás, como resultado natural, vendrá por añadidura. Deléitate en Él, y las peticiones de tu corazón serán contestadas. ¡Te adora mi alma, Jesús, amante Salvador y Amigo Fiel!

ZCR
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