Ni más, ni menos

Ni más, ni menos

No creas a las exaltaciones o aberraciones que otros digan de ti. “No eres más porque alguien te elogie, ni menos porque te critiquen… Eres, lo que Dios dice que eres.” (Tomás de Kempis) Ni más… ni menos.

Tu autoestima debe estar fundamentada, no en lo que la gente quiera pensar de ti, sino en lo que Dios dice; lo que eres en Cristo. Lo que piensan los demás está condicionado por infinidad de factores demasiado frágiles como para dársele crédito.

La inseguridad en la estimación propia coloca al ser humano en una muy peligrosa ruta existencial por hacerse esclavo del criterio de otros; por vivir a la deriva a expensas de la fuerza que empuje su barca cual hoja que se mueve dependiendo del viento que le sopla. El que está seguro de lo que es y quién es, hace caso omiso de lo que otros piensen o quieran hacerle creer.

Fuimos creados por Dios a imagen y semejanza suya, no a la de nuestros congéneres, por lo que es nuestro Dueño y Señor el que establece el fundamento de lo que somos y quiénes somos en Él. ¡Triste el caso de quien vende su primogenitura por un plato de lentejas; de quien suplanta la maldición por la bendición atendiendo a los malintencionados cantos de sirena!

imageVivir dando más importancia a la opinión de la gente que a Dios es confundirse en el espejismo del más árido desierto donde el oasis se hace cada vez más nebuloso, irreal y distante. Quien ha sido justificado por Dios vivirá por la fe en la Palabra de Dios y no en la de los hombres. Tú eres lo que Dios dice  que eres, no lo que dicen los demás. Créele a Dios y saborea la dulzura de Su Palabra. “¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.” Salmos‬ ‭119:103‬ ‭RVR1960‬‬

Cuando estamos convencidos de lo que somos en Cristo, nadie, sea quien sea y por mucho que se esfuerce, podrá jamás movernos de esa posición en la que Dios nos ha colocado. Es esa convicción lo que nos hace aceptarnos y amarnos tal y como somos para poder cumplir con el mandato divino de “Amar al prójimo como a nosotros mismos.”

imagePermanezcamos en Dios disfrutando de su amor, creyendo que somos lo que, en Jesús, Él dice que somos: “Sus hijos, coherederos con Cristo, su especial tesoro, sus pequeñitos, la niña de sus ojos… la flor más hermosa de su jardín.”

Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios y Dios permanece en él.” 1 Juan 4:16

ZCR
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