Se cuenta que a un ministro lo asaltaron unos ladrones. Algunos de sus amigos, preocupados, le preguntaron cómo se sentía. Esperaban escuchar a su amigo quejarse contra Dios por no haber impedido tan inesperado suceso. Sin embargo, grande fue su sorpresa cuando Enrique le contestó: -¡Cuán agradecido me siento hacia mi Dios! Hay cuatro cosas por las cuales le doy gracias en cuanto a este incidente que me ha ocurrido…

Primero, le estoy muy agradecido porque nunca antes me habían asaltado. Segundo, le agradezco que, aunque me robaron la bolsa, no me quitaron la vida. Tercero, le doy gracias porque aunque se llevaron todo lo que tenía, eso no era gran cosa. Y…. Cuarto, le estoy muy agradecido porque me robaron a mí y no fui yo quien robó.

Comentario:
El ministro Enrique enfocó su atención en la mitad del vaso lleno; ignoró la otra mitad que estaba vacía. Él sabía que el Dios fiel a quien servía no lo iba a abandonar ni en esa ni en ninguna otra.

Si en toda situación, por crítica que se presente, decidiéramos mirar el lado positivo y obviar el  negativo, la vida sería más amena y pacífica. ¿Por qué la costumbre de exaltar las adversidades, las faltas y los defectos en vez de considerar las virtudes, las oportunidades y las posibilidades?

Cuando decidimos pensar bien de todo y todos estamos velando por nuestra salud física, emocional y espiritual. No son las circunstancias las que garantizan nuestro bienestar, sino, la actitud y disposición que asumamos ante ellas. Por tanto, exaltemos lo bueno e ignoremos lo no tan bueno… enfrentando cada contrariedad con la templanza que emana de saber que Dios nos ama. Así haremos de nuestro entorno uno digno de ser emulado, lleno de la paz que vale más que todo el oro del mundo. 

Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo que le esperaba, sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, pues pronto estaría sentado a la diestra del trono de Dios. (Hebreos 12:2)

“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” Romanos 8:28

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto piensen…  y el Dios de paz estará con vosotros.” Filipenses 4:8-9

“Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.” Colosenses 3:17

ZCR

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