En medio de una conversación, la persona con quien dialogaba, me dijo: ¡Qué mucho te ama el Señor! –Lo sé, estoy segura de lo mucho que me ama, pero puedes tener la certeza de que me ama tanto como te ama a ti. La diferencia con otras personas estriba en que yo realmente CREO que me ama. –Le dije.

Nos apropiamos de las bendiciones y promesas del Señor cuando lo creemos. Dios no tiene favoritos ni hace acepción de personas; para Él todos somos iguales, aunque Él no sea igual para todos, pues, con la boca se dice que Dios es Amor, pero con los hechos muchos lo niegan…

Los creyentes dicen que Dios les ama, escribió Brennan Manning en uno de sus libros, mas, desafortunadamente, decía él, ese hecho permanece como una enseñanza o doctrina en la mente como mera información, y así permanece hasta que llega al corazón. Tan pronto llega al corazón, se convierte en transformación. Es entonces que se establece la relación íntima y personal entre la criatura y el Creador para disfrutar realmente de ese Amor, lo que nuestro amante Padre desea con cada una de sus criaturas porque Dios nos anhela celosamente…

¿Envía Dios las tragedias, las enfermedades, las crisis, la escasez? ¿Es la voluntad de Dios que el ser humano sufra? No permitas que el panorama que te envuelve te haga dudar del Amor de Dios. Todos te podrán dejar pero el Padre Celestial jamás te abandonará. ¡Dios es AMOR!

Nuestro Dios desea el bien para todos; es su voluntad bendecir a toda la humanidad… lo demostró al enviar a su Hijo a morir y resucitar por todas las criaturas. Estoy completamente convencida de su AMOR, es por eso que puedo confiar en Él. “Yo le amo porque Él me amó primero.”

¿Significa esto que en la vida todo es color de rosa? Definitivamente, no, pero en la tribulación, enfermedad, angustia, persecución, escasez, o en el peligro… creemos que el Amor de Dios es una realidad. Dios espera que en medio del valle de sombra le agrademos creyendo que Él nos ama. “Por cuanto en Mí ha puesto su amor, Yo también le libraré.” Salmo 91:14

Creo que todos conocemos la historia de Job. ¿Sabes por qué Job pudo ver la luz al final del túnel? -Nunca dudó del Amor de Dios. En medio de su sufrimiento confesó: “Yo sé que mi Redentor vive.” Job 19:25

“Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de Aquél que nos amó. Por lo cual estoy seguro/a que nada ni nadie nos podrá separar del AMOR de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.” Romanos 8:37

ZCR
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