Liberación en tus manos

Liberación en tus manos

“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida.” Prov.4:23 ¿Cuántas personas han vivido años esclavizadas a sentimientos negativos por no propiciar un diálogo que podría liberarle para siempre de ese lastre? ¿Cuántos/as habrán pasado toda una vida creyendo la mentira que alguien le llevó en un momento dado, y en vez de inquirir sobre el asunto con la persona indicada, prefirió vivir engañada?

¿Tienes algo contra alguien, con razón o sin ella? No permitas que ese sentimiento te enferme y te destruya; descubre la senda que conduce al bienestar y a la sanidad interior, inquiriendo y hablando lo que por mucho tiempo has estado guardando, con quien tienes que hacerlo. Si te dispones a dar el paso en ánimo de sinceridad y transparencia, ten por seguro, que eso mismo recibirás.

¿Cuántos hogares sucumben cuando, en vez de establecer una comunicación sincera para resolver sus conflictos, prefieren erigir barreras que estropean para siempre la relación, afectándose malamente todos los involucrados? ¿Cuántas familias se distancian por años por no buscar el momento oportuno para resolver sus diferencias, y/o perdonarse mutuamente sus ofensas… hablando? “El odio despierta rencillas; pero el amor cubrirá todas las faltas.” Proverbios 10:12

El o la que prefiere guardar distancia antes que disponer su corazón a un entendimiento razonable con el que pudiera considerar su adversario, sea quien sea, no tiene una idea del daño que se está infligiendo a sí mismo/a. Todo su ser es afectado: espíritu, alma y cuerpo, aquello que nos demanda a todos el Señor, que sea guardado irreprensible…

¿Te encuentras tú en ese laberinto, en esa esclavitud impuesta por ti mismo/a, impidiendo el que puedas disfrutar de una vida plena, sin ataduras de clase alguna?  Deja hoy de mal~decir y comienza a «bien~decir» a quien o quienes, por sabe Dios cuánto tiempo, les has constituído en tus enemigos.

Toma hoy la decisión de liberarte de ese yugo que, por años, has estado llevando sin razón. De ti depende; en tus manos está la salida. Habla, dialoga, comunica tu malestar con quien es debido y vivirás la satisfacción y bendición que tu alma ha estado necesitando y anhelando. 

“¿Quién es el hombre que desea vida, que desea muchos días para ver el bien? 
Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño.
Apártate del mal, y haz el bien; Busca la PAZ, y síguela.”
Salmo 34:12-14

ZCR
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