La nota que cierta persona me envió decía mucho:
-“Soy una persona incapacitada en una silla de ruedas. Aunque sé que Dios siempre está conmigo, en ocasiones me siento sola.”

La palabra soledad ha sido considerada la más desolada del idioma; no respeta edad, raza, condición económica ni inteligencia. Albert Einstein dijo en cierta ocasión: -“Es extraño ser conocido universalmente y al mismo tiempo sentirse solo.”

Jesús también conoció la soledad. Seguro que la sintió cuando sus discípulos lo abandonaron. (Marcos 14:50) Sin embargo, la presencia del Padre lo compensó por demás. Jesús dijo: “No estoy solo porque el Padre está conmigo.” Esa intimidad con el Padre está disponible para todos los que confían en Él.

“…serán esparcidos, cada uno por su lado, y me dejarán solo; sin embargo Yo no estoy solo porque mi Padre siempre está conmigo.” Juan 16:32
Tomado de: Renuevo de plenitud

Comentario:
La soledad supone carecer de compañía o estar entre gentes pero sentirse que se está solo. Lo primero es físico, lo segundo es espiritual. Si hemos establecido una relación de amistad con Jesús y permanecemos en comunión con Él, aunque no haya alguien a nuestro lado, nunca sentiremos la soledad. Si añoramos la compañía de otros al grado de sentir tristeza, podríamos estar tergiversando el orden de Dios, lo cual, más que tristeza, produce angustia, pues… nuestra sed espiritual, sólo Dios la puede saciar; sólo nuestro amado Redentor satisface el interior de nuestro ser a plenitud.

Podemos disminuir esa sensación de soledad acercándonos a los demás, pero cuando nos acercamos al Señor en la certeza y convicción de que Él nunca nos deja,  ésta desaparece por completo. Es el deseo de nuestro Dios que tengamos comunión con Él siempre, en todo momento y en todo lugar.

Si nadie está a tu lado o si a pesar de contar con la compañía de otras personas te sientes solo o sola, aprovecha la oportunidad y gózate en el Amado; nuestro Dios vive y es real y aunque tus ojos físicos no lo ven, tu espíritu se goza en su presencia si permaneces en comunión con Él. Donde sea que estés, ahí contigo, Él está….

ZCR
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