La Gota
Tanto está la gota cayendo sobre la piedra hasta que hace un hoyo -Eso dice el dicho popular. Mas, no es esa la historia con la Roca… por muchas, grandes y constantes sean las gotas que reciba, éstas le resbalan. Y es que…
… la unción del Espíritu Santo es el lubricante por excelencia. Por eso, quien ha hecho de la Roca su refugio, habita al abrigo y bajo la sombra del Altísimo. “Tú aumentas mis fuerzas como las del búfalo; Seré ungido con aceite fresco.” (Salmos 92:10 ) “Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.” (Salmos 23:5)
¡Cuán real, cuán literal y qué segura es la protección dada por Dios a los suyos, a los que se refugian en Él! ¡Cuánta paz sentimos cuando confiamos en el Defensor y Protector por excelencia! “Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?”
Asombro, perplejidad, confusión, curiosidad es lo que se manifiesta al ver a los hijos e hijas de Dios caminando en victoria aún en medio de los muchos intentos del enemigo de las almas para hacerles caer…
Mas, detrás de la incomprensible experiencia para quien no entiende el proceder divino, hay un mensaje del cielo: El Todopoderoso Gigante no es un pensamiento; no es religión ni doctrina alguna… ¡Dios existe; el Dios Justo y Soberano vive y es real! Y es por los suyos… quienes permanecen firmes creyendo que Cristo en nosotros, la esperanza de gloria… es la Roca.
Hay propósito: “Que por la misericordia concedida a ustedes, ellos también alcancen misericordia. ¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!” Romanos 11:31, 33
ZCR
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