La Fe de un Niño
Muchos años atrás vivía en América un muchacho que había sido esclavo, pero que fue rescatado por una familia cristiana que le enseñó a amar a Jesús.
Un día su maestro de escuela le oyó orar en voz baja en el salón de clases: “Señor, te doy gracias porque los hombres malos que fueron a mi país me separaron de mis padres y me hicieron esclavo y un barco feo me trajo a este otro país, pero aquí el señor Thompson me ha enseñado a leer y a conocerte a Ti. Ahora te pido, Señor, que otros hombres malos cojan a mi padre y a mi madre y los traigan aquí para que ellos también te conozcan y todos vayamos al cielo.”
Aquella noche el maestro salió a dar un paseo por la playa y se encontró con el muchachito.
-¿Qué estás haciendo aquí? –le preguntó.
-Estaba pidiendo al Señor Jesús que traiga a mis padres a este país, y vine a ver si ya había contestado mi oración. Esa noche no llegaron los padres, pero el chico seguía yendo a la playa aguardando su llegada.
Una noche llegó saltando de alegría a la casa y le dijo al señor Thompson: -“¡Mis padres han llegado, mi oración ha sido contestada!”
Efectivamente, sus padres llegaron en un cargamento de esclavos y fueron puestos a la venta en público. Los protectores cristianos del niño se apresuraron a comprarles y comenzaron a enseñarle el camino al cielo, juntamente con su hijito, quien no cesaba de decir: -“Mi oración ha sido contestada.”
Dios a veces se vale de medios malos y circunstancias adversas para cumplir sus buenos propósitos divinos.
Autor Desconocido