Firme y adelante
Leía esta mañana un consejo muy sabio que me llamó la atención por lo interesante, veraz y edificante. Decía en su escrito Joyce Meyer: “Si quieres un reto, sólo trata de pasar un día entero sin pronunciar una palabra de queja. Desarrolla una actitud de acción de gracias en cada situación. De hecho, simplemente, sé escandalosamente agradecido. Y observa cómo aumenta tu intimidad con Dios, mientras Él continúa derramando bendiciones.”
¿Realmente vivimos agradecidos por la bondad de Dios y todos los beneficios que de Él recibimos? Si nuestra contestación a la pregunta es en la afirmativa, decidamos cambiar la queja que con tanta facilidad se manifiesta, por acción de gracias, para bendición y bienestar en todo y por todo.
¡Firmes y adelante en la fe! Es esto otro reto para tomar autoridad sobre la carne, aliada del alma, acostumbrada a dominar la voluntad del ser humano, y permitamos que sea el espíritu el que gobierne nuestro caminar. A la carne le gusta quejarse; el espíritu se deleita alabando y dando gracias al Dador de todo bien. Al apóstol Pablo le resultó, por eso nos exhorta a imitarlo…
“Estén siempre gozosos. Orad sin cesar. Den gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con ustedes en Cristo Jesús. No apaguen al Espíritu.” 1 Tesalonicenses 5:16-19
¡Qué difícil se hace dar gracias cuando el cuerpo duele, cuando se nos ofende, cuando se presenta un obstáculo en el momento más inesperado! Y es que para la naturaleza humana acostumbrada a dar rienda suelta a sus emociones y sentimientos es eso una tarea bastante difícil de realizar y permanecer en ella. Por tal razón envió el Señor al Espíritu Santo, nuestro Consolador y Ayudador, pues, no es con fuerza por más buena voluntad que se ejerza… Es la obra del Espíritu en nuestro espíritu.
En el dolor no damos gracias por lo que sentimos, sino, por lo que creemos; y así en toda adversidad. No somos masoquistas; somos creyentes en un Dios Fiel cuyas promesas son todas Sí y Amén. Por tanto… damos gracias y alabamos al Dios que no se cansa de bendecirnos mucho más de lo que pedimos o entendemos. “Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.” (Gálatas 5:25)
¿Aceptamos el reto? Todo es posible para el que cree…
ZCR
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