El Chofer del Sabio

El Chofer del Sabio

Se cuenta que en los años 20 había un sabio que con frecuencia era solicitado por las universidades para dictar conferencias. Como no le gustaba conducir, pero viajar en coche le resultaba muy cómodo para sus desplazamientos, contrató los servicios de un chofer.

Después de varios días de viaje, El Sabio le comentó a su chofer lo aburrido que le estaba resultando el tener que repetir lo mismo una y otra vez.

-«Si quiere», le dijo el chofer, -«le puedo sustituir por una noche. He oído su conferencia tantas veces que la puedo recitar palabra por palabra.»

El Sabio le tomó la palabra al chofer y antes de llegar al siguiente lugar donde tendría que volver a disertar sobre el mismo tema, intercambiaron sus ropas y el Sabio se puso al volante del coche. Llegaron a la sala donde se celebraría la conferencia y como ninguno de los académicos presentes conocía a este erudito, no se descubrió el engaño.

El chofer subió al podio y, palabra por palabra, expuso la conferencia que había oído repetir tantas veces a su amo. Al concluir su exposición un profesor en la audiencia se levantó y le hizo una pregunta. El chofer no tenía ni la más mínima idea de cual podía ser la respuesta, sin embargo, al instante tuvo un golpe de inspiración y le contestó: -«La pregunta que me hace es tan y tan sencilla que dejaré que mi chofer, que se encuentra al final de la sala, se la conteste.»

Una cosa es inteligencia y otra es sabiduría. Una cosa es astucia, lo cual sin duda tenía este chofer y otra es la verdadera Sabiduría que solo viene de Dios y que comienza a manifestarse cuando reconocemos a Jesucristo como el Señor de nuestra vida.

«Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, quien da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada…” Santiago 1:5-6

Por: Autor Desconocido

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