Donde esté tu tesoro…
Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza; con amor y sabiduría lo formó. Se estableció una relación entre la criatura y el Creador hasta que… dejándose engañar por el padre de mentira, dicha relación paterno-filial fue quebrada dándose las criaturas a la tarea de hacer con su vida lo que le placía sin que tuvieran que dar cuenta a nadie de sus actos. Entonces, como consecuencia, la criatura que Dios formó… se deformó.
Pasando el tiempo llegó la religión o las religiones tratando de reformar con sus leyes, doctrinas, preceptos y ritos, o sea, rehacer o volver a formar (modificar con la intención de mejorar), mas a través de los tiempos se ha visto que tal esfuerzo humano ha sido un fracaso total.
El Dios Amor, el Padre Celestial, conforme a su propósito eterno, envió a su Hijo unigénito al mundo para proclamar a los cuatro vientos que para volver a sus brazos, para relacionarse con Él, para hacer la paz era menester, no una reformación intelectual, sino, una Transformación espiritual. No es convencerse, es… convertirse… Y ésto, a través del único medio, la única forma, el único Camino: JESUCRISTO. No es un cambio de hábitos logrado por el esfuerzo humano lo que nos acerca al Padre, es un cambio de corazón. Y…
…eso es lo que está en la balanza, ese es el reto… El tesoro escondido que a muchos se les hace difícil desprenderse de él, mas, no hay otra opción, esa es la única alternativa. “Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.” (Mateo 6:21) Haz de Jesucristo tu Tesoro; pídele que se adueñe de tu corazón, cree y pon tu confianza en Él y verás su gloria.
No es la religión con sus ritos dirigida por hombres lo que hace la diferencia, es una relación íntima y personal de todo corazón, en espíritu y en verdad con el Padre Celestial a través del Único intermediario: JESUCRISTO.
¿Lo tomas para comenzar a disfrutar de la vida abundante que Él vino a darte, o lo dejas? En tus manos está tu futuro aquí en la tierra y más allá del cielo azul. Escoge la Bendición…
ZCR