Así es la Astucia

Así es la Astucia

Una banda de delincuentes juveniles se había ingeniado un método “refinado” para actuar. Ingresaban a un negocio en grupo y dos o tres se separaban del resto. Algunos se alejaban y comenzaban una pelea de gritos, lo que llamaba la atención de los empleados y clientes. Todos los ojos se fijaban en los alborotadores, lo que permitía que los ladrones errantes se llenaran los bolsillos con mercadería o dinero en efectivo y abandonaban el negocio antes de que alguien siquiera sospechara lo que sucedía.

Podían pasar horas e incluso días antes de que el comerciante, víctima del hurto, se diese cuenta de que le faltaba algo e hiciese la denuncia a la Policía. Para entonces, los ladrones ya estaban bien lejos y no existía posibilidad alguna de recuperar lo robado.

La tentación opera de la misma manera. El tentador distrae por medio del encanto de la fama, la fortuna, los bienes materiales, el poder, o los deseos de la carne. Mientras tanto, las ilusas víctimas se apartan de los pasos certeros que deben dar para que el propósito divino en sus vidas sea cumplido. ¡Alerta… Peligro!

Cuando apartamos los ojos de lo que es verdaderamente importante, corremos el riesgo de perderlo todo. Hay que estar alerta al juego del tentador y ser prudente. No ignoremos sus maquinaciones…

“El sabio teme y se aparta del mal; mas el insensato se muestra insolente y confiado.” Proverbios 14:16

Autor anónimo

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