A Divertirse
Muchos de los métodos modernos de buscar alegría por medio de las diversiones nos recuerdan a la anciana que llevó algunos niños al circo y cuando uno de ellos, asustado por el espectáculo, empezó a llorar, lo tomó por el cuello diciéndole: “Te traje aquí para que te diviertas, así que, diviértete, ¿entiendes?” Y lo volvió a sacudir…
Asimismo, son muchos los que sacuden a sus pobres almas llorosas, lánguidas, y tratan de que se diviertan a costa de lo que sea. Ignoran que la verdadera felicidad no se encuentra en la distracción pasajera, sino en la esperanza que perdura. Es Cristo en nosotros, la Esperanza de Gloria…