Había dos semillas juntas en la fértil tierra primaveral de un hermoso jardín. Una de ellas pensó y muy entusiasmada dijo: -“¡Quiero crecer! ¡Quiero que mis raíces penetren profundamente en la tierra debajo de mí y empujen mis brotes a través de la corteza que está sobre mí… quiero extender mis tiernos cogollos como banderas para anunciar la llegada de la primavera… quiero sentir el calor del sol sobre mi cara y la bendición del rocío de la mañana sobre los pétalos!” Y creció….

La segunda semilla dijo: -“Tengo miedo. Si envío mis raíces bajo tierra, no sé qué encontraré en la oscuridad. Si me abro camino a través del duro suelo que tengo sobre mí, puedo dañar mis delicados brotes… Y, ¿qué pasaría si dejo mis cogollos abiertos y un caracol trata de comerlos? Y si abriera mis capullos, algún niño podría arrancarlos. No, no me voy a arriesgar; mejor espero a ver que todo esté bien seguro.” Y esperó….

Al comenzar la primavera, una gallina comenzó a escarbar la tierra en busca de comida, halló la semilla que se encontraba esperando, y rápidamente… se la comió.
Por: Patty Hansen

Comentarios: ¿Cuántas personas pierden la mar de oportunidades por temor a fracasar, por confiar más en su brazo que en el de Dios, por miedo a un futuro que sólo existe en su imaginación?

La fe que obra por el amor y la confianza en Dios hacen la diferencia ante los retos que se presentan en la jornada de la vida. El salmista David dijo: “En el día que temo, oh Señor, yo en ti confío.” Mas… Job se quejó diciendo: “El temor que me espantaba me ha venido; me ha acontecido lo que yo temía.” Job 3:25

“En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor.” 1 Juan 4:18

La victoria está reservada para los que se atreven a confiar en el Señor. Se crece y se vive creyendo al Cristo de la Gloria, o… se existe y se muere dudando de Su amor. En Jesucristo está la Vida…

“Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, al reino de los cielos se hace fuerza, y son los valientes los que lo arrebatan.” Mateo‬ ‭11:12‬ ‭‬‬‬‬‬‬

Comentarios por: Zaida C. de Ramón
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