¿Vocación?
Llevaron a un niño a la sala de emergencia de un hospital tras haber sido atropellado y herido gravemente. La persona que lo auxilió, un particular que hizo de buen samaritano, al solicitársele en dicho hospital que efectuara el depósito necesario para poder atender al niño, informó que en ese momento no poseía efectivo o cheque que pudiera dejar en garantía, pero que, si el hospital aceptaba, efectuaría el depósito a primera hora de la mañana.
La enfermera, que no tenía autoridad alguna, ante la imposibilidad de poder ordenar que el niño fuera atendido, fue a consultar el caso con uno de los directores del hospital que, justamente esa noche, estaba de guardia. El doctor, más interesado en el dinero que en la compasión, no dio la orden para que lo atendieran, decisión fatal que condujo a la muerte de la criatura. Un rato después, el médico fue llamado para firmar el deceso del niño, y al mirarlo, descubre que el niño era su propio hijo, quien pudo haberse salvado si hubiese sido atendido…
Cuando se pierde la sensibilidad en la vida, podemos perder mucho más que dinero, reputación y cosas materiales. Compasión y sensibilidad son dos elementos que deben estar siempre presente, no solamente con los nuestros, sino con cualquiera.
“Yo haré pasar toda mi bondad delante de ti, y proclamaré el nombre del Señor delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y tendré compasión de quien tendré compasión.” Exodo 33:19
Por: Autor Desconocido
Comentarios:
En este tiempo de tanta insensibilidad, al que yo le llamo, la edad de piedra, vemos que, en muchos lugares, los seres humanos son considerados, más que como personas, como objetos. En los hospitales, hemos observado, que cada paciente que llega es un número más para algunos de los especialistas en quienes las familias depositan la esperanza de vida de sus seres queridos. Si se sanan bien y si no, también…
Todo el personal que interviene con un paciente debería ver en cada uno la representación de sus propios familiares para que la VOCACIÓN, más que la profesión y el dinero que devengan, sea la que tome dominio y prevalezca, echando a correr la sensibilidad y compasión por los demás, que es vital.
Tengo que separar a los pocos que todavía quedan en peligro de extinción, quienes enaltecen su profesión ejerciéndola con dignidad.
Comentarios por: Zaida C. de Ramón
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