Vida que Pasa
Cada día es único en su esencia por lo que aprovechándolo al máximo le estamos dando el valor que tiene. Como el término aprovechar es relativo dependiendo de cada persona, pues en mi caso en particular, creo firmemente en aquello que edifica, que construye, que enriquece, que añade, que aporta, que bendice… porque: “La bendición del Señor es la que enriquece y no añade tristeza con ella.” Proverbios 10:22
Considerando cada día como una página del libro de mi historia, es importante que, al final, el sabor que deje cada capítulo, sea dulce y agradable, no sólo para mí, sino para mis descendientes. Deseo vivir una vida con propósito, con los ojos puestos en Jesús y no como un barco a la deriva…
Desde pequeña aprendí y me acostumbré a darle curso a mi imaginación creando tantas cosas y jamás de mi boca salió lo que tantas veces escuchamos a los chicos de hoy: “Estoy aburrida/o.” Si hiciera una lista, ésta sería bien larga… Y todo en el tiempo libre, ese tiempo que muchos y muchas no encuentran qué hacer con él o lo desperdician miserablemente en cosas que en nada contribuyen para su bienestar y el de los demás.
¿Por qué traigo esto? Es que veo el mover de tanta sociedad malgastando su valioso tiempo en aquello que no edifica que si hicieran un inventario diario de las semillas sembradas y los frutos recogidos verían su canasta llena de banalidades y vacía de lo que realmente satisface y aprovecha.
Hoy es el día de la siembra; mañana se segarán los frutos, buenos o malos, según la semilla que sembremos hoy.
Hay un dicho que dice que el tiempo es oro y la Biblia nos manda a “aprovecharlo bien porque los días son malos.” (Efesios 5:16) El tiempo es vida que va pasando. Por tanto andemos sabiamente redimiendo cada minuto, utilizándolo como conviene.
Pensando en lo corta que es la existencia en este mundo, cual neblina que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece… exhorto a que se utilice el tiempo haciendo aquello que, aún después de nuestra partida, siga dando frutos para los que nos siguen. Sembremos bendición para que sea bendición lo que se recoja…
Recibamos cada día como un regalo agradeciendo a Dios por una oportunidad más de hacer lo que a Él le agrada y glorifica y que a nosotros enriquece y bendice.
Si en ocasiones nos salimos de ese derrotero, tenemos al Espíritu Santo de Dios que nos vuelve a la cordura para seguir creyendo que cada minuto de nuestro tiempo es oro, no subestimando, sino reconociendo su valor para enriquecernos…
“Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. La noche está avanzada; se acerca el día…” Romanos 13:11-12
ZCR
www.elAdmirable.net