¡JESÚS vive y por siempre vivirá! Murió en la cruz por ti y por mí; resucitó al tercer día y está sentado a la diestra del Padre, intercediendo siempre por aquellos que por Él, se acercan a Dios.

Todo aquel que ha trascendido de un mero conocimiento intelectual a una revelación directa en su espíritu y corazón, habiendo vivido una experiencia de encuentro con el Rey de Reyes y Señor de Señores, no ha podido permanecer siendo el mismo o la misma. Un cambio radical se opera en quien ha nacido de nuevo, cual mariposa surgiendo de su crisálida… VIDA NUEVA.  “De modo que el que está en Cristo, nueva criatura es; Las cosas viejas pasaron, he aquí que todas son hechas nuevas.” 2Corintios 5:17

En ese choque que se produce de nuestro escuálido y débil ser con la potencia del Todopoderoso Dios, no podemos menos que rendirnos sin condiciones ante Su majestuosa y divina presencia. Es imposible altercar con el Admirable ante tal circunstancia; sólo podemos tirar nuestras armas, enterrar nuestro orgullo, y con temor y temblor decir al Soberano y dueño de nuestras almas: JESÚS, Hijo del Dios Altísimo, ten misericordia de mí, miserable pecador/a.

JESÚS vino al mundo a buscar y a salvar lo que se había perdido. Todos estábamos perdidos; por todos Él fue a la cruz. Pero… la salvación no se da colectivamente ni como por arte de magia; es una experiencia personal y única de cada cual.

El conocer la historia del calvario, o pertenecer a algún grupo religioso o invertir todo el tiempo en buenas obras, no le garantiza a nadie la salvación de su alma; no es preparación alguna para ir al cielo cuando se parta de este mundo, ni nos amista con Dios… (razón por la cual Dios nos creó.) Para entrar al reino de Dios hay que nacer de nuevo de agua y del espíritu. (Juan 3:3)

Cada cual, en su carácter personal e individual deberá anhelar en lo más profundo de su ser, un cambio de corazón, reconociendo que necesita un Salvador que lo rescate de tan miserable y triste condición. ¡JESÚS! nombre sobre todo nombre. Es la FE en JESÚS lo único que nos puede justificar delante del Padre, para obtener la paz que tanto el alma anhela. «En ningún otro hay salvación…» Hechos 4:12

“Tal como Cristo fue levantado de los muertos por el poder glorioso del Padre, ahora nosotros también podemos vivir una vida nueva.” Romanos‬ ‭6:4‬ ‭NTV‬‬

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