Un solo Señor

Un solo Señor

No temas cuando se enriquece alguno, cuando aumenta la gloria de su casa; Porque cuando muera no llevará nada, ni descenderá tras él su gloria.

Aunque mientras viva, llame dichosa a su alma,
y sea loado cuando prospere, entrará en la
generación de sus padres, y nunca más verá la luz.
SALMO 49:16-19

Verán los justos, y temerán; se reirán de él diciendo: He aquí quien no puso a Dios por su fortaleza, sino que confió en la multitud de sus riquezas, y se mantuvo en su maldad. Pero yo estoy como olivo verde en la casa de Dios; en la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre. SALMO 52:6-8

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¡Pobre de aquel que ha puesto su confianza en las riquezas y no reconoce que Jesucristo es el Señor! ¿Qué va a hacer cuando le llegue el día malo y su seguridad sea asaltada? ¿Podrá comprar con su dinero la salud de su cuerpo, la vida de su ser querido, o la salvación de su alma? «Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, ni dar a Dios su rescate (Porque la redención de su vida es de gran precio, y no se logrará jamás)» (Salmo 49:7-8)

Cúidate de no traspasar los linderos establecidos por Dios y vive para hacer tesoros en el cielo y no en la tierra, porque Dios nos demanda fidelidad; no podemos servir a dos señores. Si Dios te ha bendecido materialmente, recuerda que el amor al dinero es la raíz de todos los males. Ama a Dios por sobre todas las cosas y asegúrate de que tu confianza está en Él y no en tu dinero. Y recuerda:

«El alma generosa será prosperada» (Proverbios 11:25)

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