JESUCRISTO es el nombre que aterroriza y pone a temblar al diablo y a los incrédulos. Éstos, libremente, pueden decir: Dios, papito Dios, Jehová, Yaveh, niñito Jesús, pero… JESUCRISTO, es tabú para los que le temen a la luz por miedo a que se descubra lo que llevan guardado   en su interior. El Hijo de Dios vino al mundo a dar salvación, mas son muchos los que prefieren permanecer en las tinieblas.

“Y ésta es la condenación: que la LUZ vino al mundo, pero los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.” Juan‬ ‭3:19-20‬ 

Son esos mismos prófugos de la justicia divina, cuales fariseos de la época de Jesús en la tierra, que se vanaglorian hablando de un Dios que no conocen, de un amor que, cual imaginario oasis en el desierto, es un mero espejismo que sacan a relucir cuando quieren juzgar a otros, publicando al mundo su carencia del mismo e ignorando que “quien juzga a otro, se condena a sí mismo.”

Quien usa el amor de parapeto para justificar sus actos y tranquilizar su conciencia, es como la hoja de yagrumo cuando se deja llevar por la fuerza que le impulsa, queriendo confundir a quien desconoce su naturaleza. Aparentan una vida casi ejemplar entre los suyos, mas guardan en lo más recóndito de su ser la contraparte de su personalidad la cual, cuando es agitada por las pasiones, se les olvida guardar el recato al que están acostumbrados cuando no les sopla el viento.

Para esas personas enfermas del alma, sólo hay un nombre que los puede sacar de la miseria espiritual en que se encuentran… JESUCRISTO, el nombre de poder y autoridad, el único médico que puede sanar el cáncer del alma. “En ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” Hechos‬ ‭4:12‬ ‭

Nadie puede hacer la paz con Dios sino es a través de JESUCRISTO.

“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais…” Juan 14:6-7

ZCR
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