¿Rico o Pobre?
Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna. 1 Corintios 6:12
¿Vives para enriquecerte o para empobrecerte? No me refiero a los bienes materiales, sino más bien, a todo aquello que recibes por los ojos y los oídos y que, sin pensarlo, vas atesorando. ¿Sabías tú que todo lo que tú ves y oyes, tiene un efecto en tu persona, sea para bien o para mal, y que aunque no lo consideres, es parte de lo que repartes en tu trato diario a los demás, empezando por tu familia?
¿Te esmeras en seleccionar bien lo que ves en televisión o en el cine? ¿Eres prudente en escoger los lugares de diversión, los libros y revistas que lees, las Páginas de Internet que visitas, los programas de radio, la música que escuchas y las conversaciones y comentarios a los cuales le prestas atención? Para decidir sobre esto, ¿te dejas llevar por lo que está en el ambiente en el momento, aunque sea vulgar y chabacano, o pones en balanza tu estimación propia, buscando crecer en sabiduría y conocimientos que abonen a tu crecimiento espiritual y emocional, constituyéndote en instrumento de bendición para los demás?
La época que nos ha tocado vivir es una sumamente interesante y atrevida en este particular. Lo que se consideraba bajo y denigrante en el pasado, es lo que la sociedad de nuestros tiempos acepta ahora como bueno y normal. Lo culto y decente pasó a la historia y los que no se amoldan a lo que ha establecido una mayoría sin principios, se les tilda de anticuados y puritanos y de no estar en nada, paradójicamente, pues ciertamente, estos son los que están en mucho.
La moral y los valores no cambian; permanecen íntegros a través de los siglos, ¿sabes por qué? Porque su fuente de origen es Dios mismo, quien siempre ha llamado, a lo bueno, BUENO, y a lo malo, MALO. Aunque los hombres se empeñen en adulterar, tergiversar y resistir lo que Dios ha establecido, jamás lograrán cambiarlo a Él ni a Su palabra.
¡Mantente en posición de ALERTA a lo que tus ojos ven y tus oídos oyen! No hagas de tu mente y corazón un zafacón de la inmundicia que el mundo se ha empeñado en repartir a los que no se preocupan por discernir entre lo que enriquece y lo que empobrece. Toma hoy la decisión de vivir para edificar tu vida, la de los tuyos y la de todo aquel con quien te relacionas de día en día. Haz de Jesús tu Maestro y el ejemplo a imitar…
“Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia” Proverbios 4:7
ZCR
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