Por nuestra Tierra
Continúan los sucesos interesantes en nuestra amada isla, algunos buenos, otros, no tan buenos, similares todos, a los de otras naciones, pero con una gran diferencia, que los que suceden aquí nos atañen, nos afectan para bien o para mal, sino directa, indirectamente, por lo que debemos de estar dispuestos para hacer nuestra parte. ¿Sabes cómo?
-Haciendo vallado; poniéndonos en la brecha; formando un muro de contención que pueda contrarestar y paralizar las fortalezas espirituales que han pretendido hacer de nuestra patria… tierra de nadie.
-Pidiendo a Dios abra los ojos de los ciegos espirituales y reciban Su gran misericordia. Provoque Dios una humillación colectiva que lleve a todos a gritar su incredulidad y a recibir el perdón de Dios para que nuestra tierra sea sanada. Es la abundancia de pecado la causa de todos los males sociales… Se desconoce cuán grande es el amor de Dios. ¡Si solamente supieran que donde abunda el pecado, la gracia de Dios sobreabunda! Sólo que abran los corazones, y la reciban, confesando a Jesucristo como su Señor y Salvador.
Por eso… clamemos a Dios en una oración de fe sencilla y honesta, libre de retórica, de palabrería en exceso y frases rebuscadas, que salga de un corazón humilde, y que se atreva acercarse a Dios en la certeza de que Él está presto a escuchar y a galardonar a los que le buscan.
Habló Dios por medio del profeta Ezequiel y dijo: “Busqué entre ellos, hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de Mí a favor de la tierra para que Yo no la destruyese; y no lo hallé.” Ezequiel 22:30
No importa a cual Iglesia asistas, si alguna, si eres evangélico(a) o eres católico(a), si eres liberal o fundamentalista, si prefieres el silbo apacible o el fuego pentecostal, pero, si te consideras ser una persona cristiana, porque has dado tu corazón a Cristo, tanto tú como yo, tenemos una responsabilidad ante Dios por nuestra nación.
Seamos esa persona que Dios está buscando para que interceda ante Él por nuestra tierra… la que Él ama y quiere bendecir.
“Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los gobernantes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.” 1Timoteo 2:1-2
ZCR
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