No lo soy tuyo

No lo soy tuyo

En una de las escaramuzas entre americanos esclavistas y libertarios, un ardiente enemigo de los negros cayó herido quedando abandonado en el campo sin conocimiento. Cuando recobró el sentido, se halló tendido sobre un camastro en una pobre cabaña y un negro a su lado cuidándole.

-¿Dónde estoy? –preguntó.
-En mi cabaña –contestó el negro.
-¿Cómo he llegado hasta aquí?
-En mis brazos.
-¿Dónde están mis compañeros?
-Huyeron dejándote abandonado.
-¿Y tú me salvaste?
-Sí, yo te salvé.
-¿Por qué, si soy tu enemigo?
Porque yo no lo soy tuyo; yo soy un cristiano.

El herido calló, tomó la mano del negro y la apretó sobre su pecho.

Porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.” Romanos‬ ‭5:5‬ ‭

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