Nacer del Espíritu
¿Qué harías tú si tuvieras la oportunidad de volver a nacer? Creo que estarías muy a la expectativa de no volver a cometer los mismos errores que te han traído tantos sinsabores, por lo que usarías de mucha prudencia antes de tomar decisión alguna.
¡Sabe Dios, cuántas páginas del libro de tu vida quisieras borrar y, si pudieras nacer de nuevo, de ninguna manera serían parte de tu historia! Pienso que te gustaría ser completamente diferente a lo que eres ahora, especialmente en tu interior, ¿verdad? Ser menos egoísta, más amoroso(a), más paciente, más humilde, más compasivo(a), más bondadoso(a), mejor padre, o madre, esposo(a), hermano(a), hijo(a) …un mejor ser humano.
Pues, no te maravilles si te digo que esa oportunidad la tienes ante ti ahora mismo. Sí, de ti depende el que tal experiencia se convierta en una hermosa realidad. ¿Sabes cuánto tiempo se tarda una lámpara en encenderse cuando le oprimes el botón? Ni un segundo, ¿verdad? Cuando le llega el tiempo para nacer a una criatura que está en el vientre de su madre, también sale en un instante.
Pues, si tú quisieras que el Señor engendrara en ti una nueva criatura, no de tu padre terrenal sino del Padre Celestial, una criatura espiritual nacida de agua y del Espíritu, el Espíritu Santo comenzaría tal obra en el momento, y tan pronto la fe en Jesús entre a tu corazón, de la misma forma que al apretar el botón de la lámpara ésta se enciende, asimismo tu nueva criatura nacería en un instante, pasando de las tinieblas a la luz admirable. Entonces podrías, con gozo, cantar, hablar, gritar a viva voz: “Las cosas viejas pasaron, he aquí que todas, todas, todas, son hechas nuevas.” (2 Corintios 5:17)
Jesús le dijo a Nicodemo: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.” Juan 3:3-6
ZCR
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