Mi Paz les doy
En un mundo de tanta violencia, donde los ánimos cambian y se alteran con tanta facilidad por cualquier diferencia o desacuerdo, el contar con pacificadores es de gran consuelo. No esperemos que el gobierno, o institución u organización alguna puedan constituirse en instrumentos de paz. Nos corresponde a cada cual ejercitar el dominio propio para limar las asperezas que se puedan suscitar en nuestro entorno.
Según la victoria se obtiene al ganar una batalla, asimismo la paz es el resultado de triunfar en un conflicto. El mayor conflicto en el que se encuentra cada ser humano es el vivir alejado de Dios. El amistarse con Dios trae al corazón la verdadera paz… “
Quien quiera constituirse en pacificador deberá hacer la paz con Dios primero, y ésto sólo se alcanza a través de Jesucristo. “Justificados, pues, por la Fe, tenemos Paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.” (Romanos 5:1) ¡Es Jesús el Príncipe de Paz! Aún en medio de la tormenta, si permanecemos en Él, tenemos Paz…
“La paz les dejo, mi paz les doy; Yo no la doy como el mundo la da. No se turbe su corazón ni tenga miedo.” (Juan 14:27)
ZCR
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