Cuando el amor de Dios es derramado en nuestros corazones no hay vivencia, por fuerte o triste que haya sido, que pueda cambiar la dulzura de la presencia del Admirable por la amargura de unos sentimientos maltrechos, resultado de marcas que, aunque entonces parecían indelebles, no pudieron resistirse ante el poder de la sangre del Cordero. Quien se enfrenta con la Verdad, es verdaderamente libre.( Juan 8:36) ¡Gracias, Señor, por ayudarnos a mantenernos firmes en la libertad con que nos hiciste libres! (Gálatas 5:1)

Nuestro caminar en esta tierra se nutre o desnutre, se fortalece o se debilita dependiendo del ejercicio de nuestra voluntad. Habiéndonos dotado el Creador de un libre albedrío que Él jamás coartará, ni siquiera intervendrá en nuestras vidas a menos que lo deseemos. Quien quiera vivir amargad@, porque en su corazón lo ha decidido, pues en amargura vivirá. Y quien quiera cambiar el ajenjo por la miel, y así lo pida al Señor, dulzura recibirá.

El Todopoderoso Dios nos ha dado a Su Hijo Jesucristo; nos ha dado Su Palabra, la Fe para creerla y al Espíritu Santo para ponerla por obra. Mas… si voluntariamente optamos por dejarnos llevar por los sentimientos más que por el consejo divino, las consecuencias que lleguen serán nuestra responsabilidad.

Si decidimos permanecer en Dios y en Su Amor, creyendo que “A los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien” (Romanos 8:28) estaremos honrando al Dios que transformó la amargura de Noemí en dulzura eterna. Esta mujer…

…que quiso que la llamaran Mara (Rut 1:20) por el sabor amargo que llevaba en su corazón a causa de haber perdido a su esposo e hijos, y que culpaba a Dios por su angustia… no tenía entonces ni la menor idea de la bendición que le aguardaba al regresar a su pueblo Belén…

El Dios de amor cambió su tristeza en alegría y la amargura en dulzura, tanto para ella y sus allegados como para nosotr@s, pues en su interesante historia vemos que de su nuera Rut y su pariente Booz nació Obed, quien fuera abuelo del rey David y más adelante, en esa misma línea genealógica nació la simiente más dulce jamás saboreada: JESÚS, nuestro Amado Salvador. ¡Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz! Más dulce que la miel…

En todo y por todo Dios está siempre presto a cambiar toda maldición en bendición… Depende de hacia cuál lado se inclina tu balanza. ¿Deseas continuar cultivando la amargura de un pasado que ya fue crucificado en la cruz, y culpando a otros y al mismo Dios por tus desgracias, o decides vivir el resto de tu existencia en la más hermosa y dulce compañía, sanada o sanado para siempre del cáncer espiritual que por años has permitido que te consuma? “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida.” Proverbios 4:23

“Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados…” Hebreos‬ ‭12:15‬ ‬‬

JESUCRISTO, el Libertador, transforma la más profunda amargura en la dulzura más sabrosa y deleitable.

ZCR
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