Hablando con Gracia

Hablando con Gracia

Venid hijos, oidme; el temor del Señor os enseñaré. ¿Quién es el hombre que desea vida, que desea muchos días para ver el bien? Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño. Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y síguela. SALMO 34:11-14

En las muchas palabras no falta pecado; mas el que refrena sus labios es prudente. Plata escogida es la lengua del justo; mas el corazón de los impíos es como nada. Los labios del justo apacientan a muchos, mas los necios mueren por falta de entendimiento. PROVERBIOS 10:19-21

El corazón del sabio hace prudente su boca, y añade gracia a sus labios. Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina para los huesos. PROVERBIOS 16:23-24

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«Todos ofendemos muchas veces con la lengua.» (Santiago 3:2) Seamos, pues, prudentes y bondadosos al hablar, velando que toda palabra que salga de nuestra boca suponga edificación para el que escucha, bendición para sí mismo/a, respeto y consideración para quien se menciona si alguien, y gloria para el que vive y reina para siempre. De toda palabra ociosa que se hable, de ella habrá que dar cuenta a Dios en su día.

Baste el tiempo pasado en que se daba rienda suelta a las pasiones, pero ahora, en Cristo, se habla conforme a las palabras de Dios para dar gracia a los oyentes y testificar de Su amor.

Quien tenga algo contra alguien, que lo resuelva con la tal persona y no que se dedique a amargar a otros con sus sentimientos enfermizos dando su versión acomodaticia plagada de medias verdades. Si no puedes hablar bien de otros, mejor cállate; te estarás haciendo mucho bien y estarás contribuyendo a la paz. El que refrena sus labios es prudente… «Sean tus palabras siempre con gracia, sazonadas con sal…» Colosenses 4:6

ZCR
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