Olvidando ciertamente lo que queda atrás, y mirando hacia adelante, seguimos corriendo con paciencia la carrera, puestos los ojos en Jesús, el Amigo Fiel quien nos lleva de su mano.

Para el mundo las cosas seguirán de mal en peor, no así para los hijos de Dios si proseguimos creyendo y confiando en Él, asidos de la mano del Pastor, quien no duerme y ni siquiera se adormece velando por sus ovejas. En medio de toda circunstancia es Jesús nuestra seguridad y Paz….

Haciendo lo que a nosotros compete y dejando en las manos del Señor lo que a El corresponde, podemos vivir confiados/as… sin afán, ni ansiedad, ni carga alguna que pudiera detener nuestro caminar. ¡Nos basta Su Gracia!

Si los que viven la vida confundidos, empecinados en seguir el mismo rumbo incierto que hasta ahora han llevado, aún rindiéndole sus erradas decisiones consecuencias nefastas, determinaran seguir al Buen Pastor, otro sería el panorama de su historia.

¡Con cuánto amor cuida el Pastor de sus ovejas y cuánta seguridad supone para las ovejas el saber que hay quien vela por ellas… cuánto se gozan siguiéndole! “Mis ovejas oyen mi voz, y Yo las conozco y me siguen, y Yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.” Juan 10:27-28

Hay garantía eterna para quien decide depositar su vida al cuidado del Admirable. El tiempo que nos ha tocado vivir nos obliga a buscar un refugio seguro; el mundo, con todos los adelantos de los que se ufana, ninguno puede ofrecer. Sólo en Jesucristo, el Buen Pastor que dio su vida por las ovejas, está la salida… ¡Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz!

Sea Él tomando el control absoluto de todos tus asuntos…Confía en el Amigo Fiel y gózate en quien te ama como nadie. ¡Permanece en su Paz!

ZCR
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