Eso es Victoria

Eso es Victoria

¿Qué se entiende por éxito? ¿Qué es el triunfo? ¿Qué significa victoria? Para algunos, eso lo determina el dinero que poseen o los títulos académicos que han obtenido, el círculo social en que se mueven, el vecindario donde viven, o el automóvil que usan cada día. Muchos catalogan de victorioso a aquél que nunca ha fallado, el que jamás ha perdido una, aquel cuyos errores en la vida no han sido extraordinarios, el que ha aparentado estar siempre en las alturas.

Pues… Nada más lejos de la verdad. Quien así piensa no sabe lo que es vivir; ha caminado por el mundo en la más crasa ignorancia; no ha conocido la victoria.

Nadie puede proclamar victoria si no ha vivido la experiencia de estar al frente de una batalla. Ha alcanzado el éxito la persona que ha conocido el fracaso, aquella que ha dado un paso para el frente y dos para atrás, la que se ha visto al borde de la catástrofe, la que ha sufrido, ha llorado, ha padecido; la que conoce la escasez; la que ha sido perseguida, vituperada y calumniada; la que ha sufrido en su carne propia el dolor de una enfermedad, o la pérdida de un ser querido, la destrucción de su hogar, problemas familiares, etc, etc. PERO…

A pesar de su crisis y en medio de toda dificultad, llámese como se llame… NO se ha rendido, no ha permanecido en el desánimo o inactividad; ha seguido caminando y confiando; se ha levantado, se ha superado, ha seguido tratando sin desmayar; ha convertido sus errores en lecciones que han provocado en su vida un cambio para bien; ha sabido aprovechar los momentos de sus más férreas y tristes adversidades convirtiéndolas en oportunidades y usándolas como peldaños para seguir ascendiendo y, por sobre todo, no ha perdido la FE en Quien, en su andar por las sendas más estrechas, y caminos más pedregosos, le ha llevado en sus tiernos y amorosos brazos. ¡Eso es Éxito, eso es Triunfo, eso es Victoria!

Y… “tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.” 2 Corintios‬ ‭4:7-10

“Antes en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de Aquél que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo porvenir, Ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.” Romanos 8:37

ZCR
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