Equivocación Crasa
Cada día nos convencemos más que sin Dios es imposible continuar la jornada que nos queda por delante. No me puedo imaginar la vida que llevan quienes no toman a Dios en cuenta. No está fácil el panorama que vive la humanidad; el futuro para muchos se hace cada día más incierto. Y, ¡son tantos los que viven sin Dios y sin esperanza! Si sólo pensaran que la vida en este mundo es pasajera, tan corta comparada con la eternidad. “Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.” Santiago 4:14
No logro comprender cómo tantas personas con conocimientos vastos, y consideradas inteligentes, permanecen con vendas en los ojos; son sabios para unas cosas pero bien necios para lo fundamental y vital. Ninguna posición, nombre, status social, fama o prestigio tiene más valor que la vida eterna. Todo eso es efímero; lo disfrutas por un tiempo, y luego, ¿qué?
Muchos piensan que la vida que nos aguarda después de ésta es mejor para todos. ¡Equivocación crasa! Es mejor para el que, a tiempo, se apercibe y reconoce que sin Cristo no hay esperanza. Pero, los que parten de este mundo sin conocer y aceptar esa Verdad, aunque para el mundo hayan sido las personas de más renombre, pasarán la eternidad en condición peor que su más negra circunstancia en la tierra.
¡Hay tantos viviendo en tinieblas, evadiendo la Luz que alumbra! La tierra está llena de la gloria de Dios, pero no la advierten, para su propio mal. ¡Si sólo comprendieran lo inmenso del amor de Dios! ¡Si supieran lo que es Jesús para su paz y se dispusieran a vivir la diferencia!
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.” Juan 3:16-17
“Y ésta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.” Juan 3:19-21
ZCR
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