El Salto Olímpico

El Salto Olímpico

Un joven universitario se estaba entrenando para participar, a nivel olímpico, en una competencia de Salto Ornamental en natación. La única influencia religiosa que había recibido en su vida le llegó a través de un amigo cristiano. El deportista nunca prestaba mayor atención a los sermones de su amigo, aunque los escuchaba con frecuencia.

Una noche decidió bajar a la piscina de la universidad donde estudiaba. Las luces en el lugar estaban todas apagadas, pero como la noche estaba clara y la luna brillaba, él pensó que había suficiente luz para practicar. Se subió al trampolín más alto y cuando volvió la espalda a la piscina al filo de la rampa y extendió sus brazos para tirarse, vio su propia sombra reflejada en la pared. Quedó impactado al ver que la sombra de su cuerpo tenía la forma exacta de una cruz. En ese momento, en lugar de saltar, se arrodilló, y le pidió a Dios que entrara en su corazón y tomara el control de su vida. Mientras el joven permanecía quieto, el personal de limpieza entró al lugar y encendió las luces… ¡Habían vaciado la piscina para repararla!

Autor Desconocido

Comentario: El Espíritu Santo está presto para revelar a Jesucristo a todo aquel que se deje tocar en el día de su visitación, al que conozca en ese momento lo que es Jesús para su paz … el que reconozca el tiempo aceptable, creyendo con el corazón y confesando con su boca que Jesús es el Señor. “He aquí, AHORA, el día de salvación.” 2 Cor. 6:2

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