El que tiene Oídos

El que tiene Oídos

Un irlandés que le apasionaba la música pero no soportaba escuchar una predicación, decidió asistir a una actividad para escuchar el coro de una iglesia, mas había resuelto taparse los oídos tan pronto comenzara el sermón de la ocasión.

Por tal razón se sentó en la última fila y tapó los oídos con sus manos al instante de comenzar el mensaje. De pronto, ocurrió algo con lo que no contaba: Una mosca se posó sobre su nariz. Molesto por la insistencia del insecto, apartó la mano de uno de sus oídos para espantarlo y en ese mismo momento retumbaron 7 palabras salidas del altar: “EL QUE TIENE OÍDOS PARA OIR, OIGA.”

Esto lo sacudió sobremanera; no podía explicarse tanta casualidad. Desde ese día no tuvo más descanso en su alma hasta que sin poder aguantar más se rindió dejando atrás su incredulidad empedernida y, abriéndole su corazón a Jesús, le recibió como su Salvador. ¡Dios usa hasta las moscas! [Historia de: Enciclopedia de Anécdotas e Ilustraciones]

Así como ese irlandés, hay en la actualidad prófugos de la justicia divina huyéndole a la luz para que sus obras no sean reprendidas; están tan inmersos en el ambiente de tinieblas que les circunda que no pueden soportar el resplandor de la luz cuando ésta asoma, buscando escapar por atajos y veredas para evadir el verdadero camino. Pensando que están bien, cada día se alejan más de la bendición que les aguarda. ¡Si sólo creyeran cuánto Dios les ama y reconocieran que sin Él, pasarán toda su existencia como el carrusel, dando vueltas en el mismo estéril, inerte e inamovible lugar!

El alud social que comenzó a rodar nada ni nadie lo podrá detener; sólo Cristo, a nivel personal, puede hacer lo imposible en todo aquel que anhela un cambio de corazón. Mas, ¡Cuántos le huyen a ese cambio!

La sentencia del cielo es clara y precisa y no hace acepción de personas: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.” Juan 3:3

¡Oh, Señor, gracias por revelarte a aquellos que anhelan conocerte, los que reconocen que sin Ti nada son y nada pueden hacer, los pobres en espíritu cuyos corazones están dispuestos para hacer de Ti el Dios y Señor de sus vidas! A los que se resisten… abre sus ojos para que te vean.

ZCR
www.elAdmirable.net

Los comentarios están cerrados.