
El Pastor Necio
Acompañaba un lobo a un rebaño de ovejas pero sin hacerle daño. Al principio el pastor desconfiaba y tenía cuidado de él como un enemigo. Pero como el lobo le seguía y en ningún momento intentó robo alguno llegó a pensar el pastor que más bien tenía a un guardián de aliado.
Cierto día, teniendo el pastor la necesidad de ir al pueblo a tratar ciertos asuntos dejó sus ovejas confiadamente junto al lobo y se marchó. El lobo, al ver que había llegado el momento que tanto había esperado, se lanzó sobre el rebaño y lo devoró casi todo sin pena alguna.
Al llegar el pastor y ver lo sucedido exclamó:
Bien merecido lo tengo, porque ¿Cómo se me ocurrió confiar las ovejas a un lobo?
Moraleja: Nunca dejes tus valores al alcance de los codiciosos, no importa su inocente apariencia.
Comentarios: El enemigo es paciente; nunca tiene prisa con tal de llevar a cabo la maquinación que se propone. Siempre espera el momento oportuno para hacer lo que es su naturaleza: hacer mal. No te confíes del lobo aunque se presente como un cordero; no importa cuánto se esfuerce en aparentar una supuesta bondad, siempre será lobo. ¡Abre bien los ojos y cuídate de los tales! No seas incauto y apercíbete… Ten la prudencia necesaria para no poner tu confianza en quien no desea tu bien…
“Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas, Y mira con cuidado por tus rebaños…” Proverbios 27:23
“He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.” Mateo 10:16