Un día cierto individuo se le acercó al señor Moody y le dijo: -He robado $1500 a mis patrones, ¿qué debo hacer?- Moody le preguntó si aún le quedaba dinero del que había tomado. El sujeto le repondió:
-Me quedan $950. ¿Los podría usar para poner mi propio negocio, ganar lo suficiente y luego devolver la cantidad sustraída?

Moody dijo: -Ese dinero no le pertenece, los debe devolver a su dueño lo antes posible.

-Pero me pueden poner en la cárcel, -respondió el hombre.

Moody le dijo: -Eso no importa, usted debe hacer lo que es recto. Confiese su falta y devuelva el dinero a su patrón.

El hombre prometió hacerlo y Moody fue con él a la Compañía. El hombre contó lo ocurrido, devolvió los $950 y prometió pagar la diferencia. Los patrones, con lágrimas en los ojos, le dijeron:
-Te perdonamos y te daremos el plazo necesario para pagar el resto. Los cuatro hombres se arrodillaron y oraron. El hombre llegó a ser un alto funcionario de la misma empresa.

Comentario: “Hay un dicho que dice que el camino más corto es el mejor, y… La distancia más corta entre dos puntos es la línea recta.” Definitivamente es la rectitud la forma más corta, más sabia y más eficaz para enfrentar cualquier asunto y salir airoso/a. La honestidad liberta y… paga.