Amado, yo deseo que tú seas prosperado
en todas las cosas, y que tengas salud,
así como prospera tu alma. 3 Juan 2

Ciertamente llevó Él nuestras enfermedades
y sufrió nuestros dolores,
y nosotros le tuvimos por azotado,

por herido de Dios y abatido.
Mas Él herido fue por nuestras rebeliones,
molido por nuestros pecados;
el castigo de nuestra paz fue sobre Él
y por su llaga fuimos nosotros curados.
Isaías 53:4-5

¿Está tu cuerpo sufriendo por alguna condición de enfermedad la cual ha minado tus fuerzas físicas y le ha restado gozo a tu vida? ¿Has recurrido a la ciencia médica, pero nada ni nadie ha podido sanarte de ese mal? Llegó la hora de que le des a Jehová-Raffa, nuestro Sanador, la oportunidad de demostrar a todos que no hay enfermedad, llámese como se llame, que se le pueda resistir al Todopoderoso Dios… si puedes creer. «Él es el que sana todas nuestras dolencias» (Salmo 103:3)

La voluntad de Dios es sanarte. Cree a su palabra, aprópiate de ella, confiésala con fe, y declara tu sanidad… verás el milagro en tu vida. Y recuerda… Nunca dejes de decir a otros lo que el Señor ha hecho contigo.

ZCR
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