Deléitate en Él
El darnos al Señor sin reservas, rindiendo nuestro corazón en fe y por amor produce frutos. Mientras más estrecha nuestra relación con Él, más bendición se recibe. “Deléitate asimismo en el Señor… y Él te concederá las peticiones de tu corazón.” (Salmo 37:4)
Cada cual decide cuán bendecido desea ser y está en sus manos poner en balanza lo que es licito vs. lo que le conviene. No todas las cosas que son lícitas edifican y no todas las cosas lícitas convienen; por tal razón, el apóstol Pablo dijo: “Yo no me dejaré dominar de ninguna.” (1Corintios 6:12)
Aquel que ha dicho sí a Cristo, que se ha rendido sin condiciones ante la majestad del Dios de amor, ha hecho morada con Él, por lo que, vivir con Él y para Él se da de manera espontánea y natural; no es con fuerza propia sino el Espíritu Santo de Dios morando en cada cual. “Ya no vivo yo mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí.” Gálatas 2:20
- El que decide vivir al abrigo del Altísimo… estará siempre protegido bajo la sombra del Omnipotente. Salmo 91:1
- Tú guardarás en completa paz… a aquél cuyo pensamiento en Ti persevera porque en Ti ha confiado. Isaías 26:3
- Encomienda al Señor tu camino, y confía en ÉL… y Él hará. Exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía. Salmo 37:5-6
- Porque has puesto al Señor que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación… no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. Salmo 91:9-10
- Por cuanto en Mí ha puesto su amor… Yo también lo libraré; le pondré en alto… por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará… y Yo le responderé; con él estaré Yo en la angustia; lo libraré y le glorificaré. Salmo 91: 14-15
ZCR
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