De Cacería
¡Dios nos habla de tantas maneras! Mas son tan pocos los que agudizan sus oídos espirituales para captar su mensaje. Desde siempre Él ha estado tras cada una de las ovejas con el fin de añadirlas a su redil, porque… nos ama con amor inefable y no quiere que ninguna se pierda. El anhela bendecirnos aquí y por toda la eternidad, es por eso que no descansa buscando la manera de llamar nuestra atención.
A Abraham lo llamó, lo sacó de Ur de los Caldeos y lo envió a tierra de Canaán, a Moisés le habló en medio de una zarza ardiendo, a Jonás lo enfrentó desde la entraña de un pez, a los discípulos los encontró en el mar pescando, a Saulo de Tarso le salió al paso camino a Damasco. A otros los ha alcanzado en medio de una enfermedad, o de problemas económicos, la partida de un ser querido, búsqueda de lo espiritual, o por tantas diferentes razones…
En mi caso, el hambre y sed de Dios provocó tal vacío en mi espíritu que ni la religión, ni cosas materiales, ni persona alguna pudo llenar, hasta que llegó a buscarme a mi casa el Amado que mi alma estaba esperando sin saberlo. Y como se dice de un personaje bíblico: “Antes era ciega mas ahora veo.”
Cierto autor dice que “Dios anda de cacería… lo que él llama la inexorable persecución de Dios.” El anda buscando en todo tiempo y en todo lugar hasta que nos dejamos encontrar; remueve toda la maleza que sea necesaria hasta llegar a la oveja perdida, y luego… la decisión de seguir perdido/a como hasta entonces, o tirarnos en sus brazos para gozar de su amor, está en nuestras manos.
- Yo soy la puerta; el que por Mí entrare, será salvo; y entrará y saldrá y hallará pastos. Juan 10:9
- El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia. Juan 10:10
- Yo soy el Buen Pastor que da su vida por las ovejas. Juan 10:11
- Mis ovejas oyen mi voz y Yo las conozco y me siguen. Les doy vida eterna y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Juan 10:27
ZCR
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