Comienza en Mí
Las siguientes palabras se encontraron escritas en la tumba de un obispo en la Abadía de Westminster: Cuando era joven y mi imaginación no tenía límites, soñaba con cambiar el mundo. De adulto con más años y más sabio, descubrí que el mundo no cambiaría, así que reduje mis ambición un poco y decidí cambiar sólo a mi país. Pero éste también parecía inmutable.
Cuando llegué al ocaso de mi vida, como un último y desesperado intento decidí cambiar a mi familia más cercana, más ellos tampoco cambiaron.
Ahora mientras me encuentro en mi lecho de muerte, repentinamente me doy cuenta que si hubiera empezado por cambiar yo mismo, mi familia hubiera cambiado también. Cada cual en su entorno hubiera dejado huella en mi país, y a lo mejor el mundo hubiera cambiado.
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“No es con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.” Zacarías 4:6 RVR1960
Nadie puede cambiar a otro, ni siquiera a sí mismo… Sólo Dios puede hacer el milagro a través de la fe en Jesucristo.
Autor Desconocido