Algo más Allá
En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres… A los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. Juan 1:4,12
Cuando un lugar ha sido el mismo entorno por toda una vida, se llega a creer que ese es todo el mundo que existe. Se necesitó a un Cristobal Colón para mostrarle a sus congéneres que la tierra era redonda y no plana como se creía, descubriendo un mundo hasta entonces desconocido. Asimismo, Dios se valió de un Saulo de Tarso para informarle a los gentiles que había algo más allá de su religión, que ellos no conocían.
Desde Adán, toda la humanidad hace su entrada al mundo en su naturaleza caída rodeada de tinieblas; en ese mismo momento se experimenta la primera crisis en nuestra existencia: vemos por primera vez la luz del mundo… Como queriéndonos decir nuestro Dios desde ese instante: Hay salida, hay otro mundo, hay luz, hay esperanza…
En el principio de la creación la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas cubrían toda la faz del abismo, pero… el Espíritu de Dios se movía sobre las aguas… y, dijo Dios: Sea la luz; y se hizo la luz, desvaneciendo al instante todo vestigio de tinieblas, pues cuando llega la luz, es de todo punto imposible que éstas prevalezcan.
Por última vez, volvió a manifestarse la luz, ya no como símbolo, sino como la Luz real y verdadera que alumbra a este mundo. JESÚS dijo:
“Yo soy la Luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” Juan 8:12
Años atrás tuve que hacer una parada en el ajetreo de mi diario vivir, y buscando llenar el vacío de mi alma y satisfacer el anhelo de mi espíritu, me rendí en los brazos de Aquél que deseaba provocar un cambio en mi vida. Él lo hizo… a Jesucristo le debo el haber salido de las tinieblas a su luz admirable. ¡Qué hermoso lo que me aguardaba! ¡Qué cambio tan radical! ¡Cuánto me había perdido hasta entonces!
Antes de esa experiencia, la falta de conocimiento del Dios verdadero, me tenía inmersa en un túnel sin salida, pero… cuando sentí el toque de la mano del Maestro supliendo mi necesidad, se hizo la Luz; TODO se hizo nuevo, mi camino se alumbró. Hice la entrada triunfal a un mundo hasta ese momento desconocido. Encontré a Alguien que había más allá de la religión y la tradición… JESUCRISTO, mi Roca, mi Escudo, mi Refugio alto, mi Torre Fuerte, mi Escondedero, mi Amigo Fiel…
ZCR
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